Las creencias, sus bloqueos y como darles la vuelta

Hoy te quiero hablar de las creencias, esas que están presente en cada situación y cada momento, esas que nos dicen si algo está bien o no, esas que nos dicen si lo podemos o no lograr.

¿Te has preguntado alguna vez cuáles son tus creencias más importantes?

Para algunas personas la creencia de no ser suficiente marca su vida, sus relaciones y sus logros.

Para otras la creencia de que equivocarse está mal la mantiene en el mismo lugar y haciendo lo mismo por años aunque no se sienta feliz de seguir ahí.

Las creencias son el gran velo que tenemos en los ojos a través del cual vivimos las experiencias de la vida. Estas creencias se mantienen de manera invisible para nosotros como si nos pusieran unos lentes de aumento desde pequeños, sin necesitarlos, y pensáramos que la vida es así borrosa, nos acostumbramos a vivir así y creyéramos que así la ven todos los demás. Cuando nos juntamos con más personas como nosotras, que también ven borroso, y confirman que así es como se ve todo a nuestro alrededor entonces sentimos que se sostienen nuestra creencia y nos aferramos aun más a ella.

Pero ¿qué pasa cuando esas creencias no te permiten vivir feliz?, ¿cuándo te bloquean el camino a la meta que deseas alcanzar?, ¿realmente es útil mantener la creencia solo porque otras personas (familia, amigos, pareja) la creen también?

Para dejar de lado una creencia es importante lo siguiente:

Darte cuenta de cuál es la creencia que te está bloqueando, para poderla identificar es necesario que empieces a cuestionar la forma en la que piensas de lo que vives, ¿Por qué me molesta tanto esta situación?, ¿Qué pienso sobre lo que está pasando?, ¿qué me gustaría que pasara? y ¿qué es lo que veo posible hoy?

Una vez que identifiques la creencia que te bloquea (por ejemplo: No soy suficiente, No soy capaz, equivocarse está mal, etc) puedes indagar cuando empezaste a creer eso. En algunos casos son cosas que nuestros padres nos dijeron de pequeños, en otros puede ser algo que empezamos a creer debido a cierta experiencia en nuestra infancia.

Ya identificado el origen puedes preguntarte ¿Para qué me sirve hoy a mi creer esto?, este para que no necesariamente es algo que consideraríamos “útil” por ejemplo: para no lograr mis metas, para seguir en un matrimonio que no me hace feliz, para no hacerme responsable de mis actos. Tienes que ser completamente honesta contigo para poder identificar la ganancia oculta de mantener esta creencia.

Analiza si es absolutamente cierta esa creencia, quizás la creencia es que todos los hombres son infieles y tienes tu propia experiencia y la de tus padres, pero para ser absolutamente cierta no podría existir ninguna excepción y creo que en este caso se podrían encontrar ejemplos de parejas donde no ha existido infidelidad, con lo cual podrías distinguir que esa creencia no siempre es verdad y que no es necesario seguirla viviendo de esa manera.

Ahora analiza todas las respuestas anteriores y si te das cuenta que esa creencia no te está aportando, que te frena o te lastima, entonces piensa ¿qué quieres creer en su lugar?, por ejemplo: “Yo soy capaz de hacer lo que me proponga”, “lo hombres pueden ser infieles pero no tienen que serlo”, “cometer errores es humano y es algo que ayuda a crecer como persona”

Por último define una nueva declaración que describa la nueva creencia, escríbela y ponla en un lugar visible para ti, que te recuerde la nueva manera que tú misma has definido de ver el mundo.

Tú eres la creadora de tu vida, no tienes porque cargar con creencias heredadas, antiguas o inservibles aunque otros así lo piensen, tienes el poder de crear las creencias que te sirvan para crecer y avanzar, todas podemos, solo necesitamos querer hacerlo, necesitamos decir basta a lo mismo de siempre que no me sirve y darle la bienvenida a esa nueva forma de ver el mundo que me abre posibilidades y me permite crecer.

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