Durante la mayor parte de mi vida, no fuí consciente de que la manera en la que me definía a mí misma, en algunos casos me limitaba, al describirme como:: desordenada, enojona, solitaria o tímida, yo pensaba que todas esas eran características de mi persona, que era algo inamovible, que así era yo y punto; el que me quisiera tendría que amar lo bueno y tolerar lo malo. No era consciente de que al hablarme de esa manera me estaba cerrando posibilidades, las opciones de ser alguien que realmente quería ser, y tampoco las cuestionaba, siendo que muchas de esas etiquetas me las puso alguien más y yo las tome como propias.
¿Cuántas de ustedes no se han etiquetado de diversas maneras?, etiquetas que no te gustan pero que has aceptado que son parte de ti, me imagino que varias. Si te dijera que así como te las pusiste, te las puedes quitar. ¿qué pensarías?. Una de las razones por las que empecé a estudiar el coaching fue porque habían cosas de mi que deseaba cambiar desesperadamente y no sabía cómo hacerlo.
A continuación te quiero proponer los pasos que yo seguí para poder identificarlas, entender de donde salieron y cambiarlas, ¿te interesa?
En mi caso el primer paso fue hacer una lista, con todas las etiquetas que me había pegado, las buenas y las malas sin discriminar, cada una en su columna correspondiente. Al final esto me permitió dar un vistazo de la manera en la que me había estado tratando, en muchos casos de manera desagradable. Y tú ¿Cómo te has estado tratando?
El segundo paso fue que para cada una de las etiquetas negativas trate de recordar cuándo fue la primera vez que me autonombre de esa manera. Esto te puede ayudar a identificar si la forma en la que te juzgas al respecto viene de algo que sucedió y si tú mismo te diste ese título o si alguien más te lo dio.
El tercer paso fue pensar para cada una de ellas si aun me consideraba realmente de esa manera, si en todos los aspectos de mi vida era así, como para seguirla usando, por ejemplo: en mi caso ser tímida, es algo que yo elegí ser debido a experiencias vividas en mi infancia, pero al pensarlo hoy en día, eso ya no es correcto, me gusta hablar con la gente, me gusta relacionarme, por lo que al analizarlo me di cuenta que aunque yo fui quien la definió ya no estaba vigente en mi.
El cuarto paso fue revisar aquellas etiquetas que aún aplicaran en mi vida y para cada una me preguntaba ¿para qué me sirve definirme de esta manera?. Muchas veces tenemos ganancias escondidas al respecto, por ejemplo: yo me consideraba desordenada y aun en ese momento pensaba que aplicaba perfecto, pero ¿qué ganaba yo al etiquetarme así? siendo muy honesta conmigo entendí que así podía justificar el que no me esforzara por tener mis cosas acomodadas, y tomarme el tiempo de ordenar, había una ganancia no explorada
El quinto paso es preguntarte ¿quieres seguirte juzgando de esa manera?, en casi todas las respuestas fue NO, yo quería cambios pero mientras me mantuviera encasillada en juicios que no me daban las cosas buenas que quería, no podría tener el cambio buscado, así que junto a cada palabra negativa anote lo que realmente quería ser, y eso me permitió ser consciente de lo que quería cambiar. Pero no me malentiendas el cambio no fue mágico, tuve que trabajar duro para realizar los cambios, recordarme cada día como quería ser mi nuevo YO y con alegría te puedo decir que varios ya los cambie y en otros estoy en proceso pero lo que me hace más feliz es que sé que puedo ser lo que yo quiero ser!!!!!
Ahora cuéntame ¿Cuáles son esas etiquetas que quieres cambiar?, ¿quién es ese nuevo tú con el que quieres vivir?.
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